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ABRAZAR

Es verdad que no a todas las mujeres les agrada-no hay nada en este mundo que agrade a todos, pero para la mayoría de las lesbianas, los abrazos se confunden fácilmente con el sexo y los suspiros. Los achuchones pueden incluirse en los juegos preliminares y en los Post-liminares, o sólo porque sí. Abrazarse fuerte y con ganas después de una dura jornada de trabajo ayuda a descargar el estrés del día. Hacerlo mientras se ve la TV hace cualquier programa mejor, y durante una cálida conversación, es una delicia. Una de las mayores ventajas que ofrece él hecho de abrazarse con otra mujer, es que allí no existe la presión del camino directo al sexo; en sus experiencias con hombres no podrían esperar un abrazo sin que a ello le siguiera la penetración. A pesar de que a la mayoría de las mujeres les encanta el roce físico y las caricias, muchas han tenido que aprender a relajarse para disfrutarlo. Suzanne nos cuenta: «Antes acostumbraba a huir después de hacer el amor. Creo que eso lo explica el hecho de haber sido violada y todos los años de soportar el papel de madre y esposa sin tener espacio para mí misma. Con esta relación de ahora, encuentro por primera vez la necesidad de contacto, de calor, de pasión. Cuando hacemos el amor por la tarde, nos quedamos dormidas y entrelazadas durante un buen rato. Eso es algo que me encanta. Una de mis posiciones preferidas es con ella de espaldas a mí; yo la abrazo por detrás y ella me coge la mano, al mismo tiempo que el brazo de abajo se entrelaza por su cuello y la mano va a parar a sus pechos. En esta posición conseguimos un contacto completo.» Si en ocasiones sientes la necesidad de abrazar, pero al mismo tiempo te resulta incómodo como consecuencia quizá de abusivas experiencias sexuales en el pasado, habla con tu pareja de lo que realmente funciona para ti. Kathy cuenta: «Si despierto después de haber tenido una pesadilla, la única manera de poder tener contacto físico sin sentirme incómoda es haciendo 'la silla', esto es, yo detrás de ella. De esa forma me siento segura.» Di a tu pareja qué posiciones prefieres, y averigua las suyas también. Si el problema es que no estás cómoda con tu cuerpo, asegúrate de que ella te encuentra atractiva; eso te ayudará a relajarte. Para mujeres que hayan crecido en familias donde el contacto físico haya sido tabú, aprender a abrazar puede suponer bastantes sesiones de práctica, pero los beneficios compensarán el esfuerzo. (Ver Durmiendo Juntas; Hacer la Silla).

ADICCIÓN

¿Cuánto sexo es demasiado? Para muchas esa pregunta sobra, pero para otras, el deseo obsesivo de sexo hará que aumente la ansiedad y disminuya el placer. No hay una medida fija que nos diga dónde termina una libido sana y entusiasta y dónde empieza la adicción. Lo importante es disfrutar de la actividad sexual, sea cual sea la cantidad. Si no es así, si te encuentras incapaz de decir «no» cuando quieres decirlo, si pierdes tiempo en el trabajo masturbándote o buscando un affaire, si el sexo para ti ha llegado a ser algo compulsivo, entonces puede que te interese el programa de 12-fases que siguen los Sexadictos Anónimos (SA) basándose en el de Alcohólicos Anónimos. Si es éste tu caso, continúa con este apartado. El problema con los SA (también conocidos como Sexualmente Compulsivos Anónimos o Adictos al Amor-Sexo), es que tienden a clasificar de obsesivo cualquier comportamiento que caiga dentro de los parámetros de la normalidad. Un panfleto de los Sexadictos Anónimos pregunta: «Aunque tu pareja sea sexualmente compatible, ¿continúas masturbándote o teniendo relaciones con otras/os?» Y nosotras nos preguntamos por qué el masturbarse tiene que ser un problema dentro de una relación. El panfleto sigue: «¿Te sientes culpable, deprimida o con remordimientos después de haber tenido relaciones sexuales?» Es posible que este síntoma encubra una adicción al sexo, pero también puede que esté relacionado con abusos sexuales en la infancia o con una educación hiper-religliosa. Otro folleto dice que «las consecuencias emocionales de esta adicción sexual están relacionadas con los sentimientos de culpa ante comportamientos que van en contra de los valores de cada una/o, como pueden ser el adulterio, relaciones con personas del mismo sexo, aborto o tendencias suicidas». Si al leer esto te identificas de alguna forma, entonces tendrás que considerar la raíz de lo que causa tu comportamiento sexual. Quizá padezcas de subestima por haber sufrido abusos sexuales en el pasado. Quizá necesites acudir a una terapia, o puede que no tenga nada que ver con esto, que simplemente estés tan orgullosa de haber salido a la luz con tu sexualidad que lo único que quieres es pasarlo bien hasta la saciedad. Pero si tu caso es crónico, piensa seriamente en pedir ayuda a alguna asociación como SA. Si al final recurres a ellos, asegúrate de que en el grupo haya otras lesbianas o gays, 0 que al menos sea pro-gay. Sino, puede que intenten tratar tu orientación sexual en vez del comportamiento compulsivo, 0 que te refieran a Homosexuales Anónimos. HA trata tu lesbianismo como si fuera una adicción/enfermedad y supuestamente te «ayudan» a convertirte en heterosexual. Para encontrar un grupo de apoyo, busca en la guía telefónica bajo el nombre de Sexahólicos Anónimos, Sexadictos anónimos o Compulsivos Sexuales Anónimos.

AFRODISÍACOS

(Comida, drogas u otros artículos que en teoría aumentan el placer sexual, inspirado todo ello en la diosa griega del amor y la belleza, Afrodita).

A través de la historia, sustancias que van desde las ostras hasta la cocaína, se han dicho de ellas que tienen el poder de estimular la libido humana, pero desafortunadamente, los verdaderos efectos sexuales de éstas son inexistentes en el peor de los casos y peligrosos en el mejor. De cualquier manera, un afrodisíaco es aquello que aumenta el placer sexual, y no siempre tiene por qué ser exótico, caro o peligroso. Olvida la cantárida y el kava-kava, y prueba con una acogedora cena a la luz de unas velas, o envíale notas sugestivas para despertar sus deseos. Hacer el amor semivestidas o poner en práctica alguna fantasía es una estupenda forma de reavivar la imaginación. Comprad un nuevo «juguete», poneros un vídeo erótico, y no olvidéis que el tener detalles amables es un afrodisíaco natural que suele dar muy buen resultado. (Ver Relaciones Estables; Romanticismo). AGUA. El agua es una de las especialidades sexuales que, bien aplicada, puede ser muy saludable y placentera. En otras circunstancias, sin embargo, no conviene hacer uso de ella por los daños que pueda causar. Hay mujeres a las que les gusta masturbarse poniendo la vulva debajo del grifo de la bañera. Sin embargo, Suzanne dice que «muchas veces da grima y es bastante incómodo, y por otra parte, si el grifo está bajo, da la impresión de que te vas a ahogar». Los masajes de ducha ofrecen más ángulos y por tanto estimulan mejor el clítoris, pero también puede que se te quiten las ganas si el agua sale con poca presión y no llega a donde quieres que llegue. De todas formas, aunque tengas la mejor ducha del mundo debes tener cuidado, ya que apuntar a la vagina con agua durante demasiado tiempo puede dañar tus partes interiores. Si normalmente se te tensan las piernas cuando llegas al orgasmo, busca una posición segura cuando te masturbes en la bañera, o cambia a un método mejor. También habrás de tener cuidado cuando practiques el sexo oral en la ducha, ya que el agua, después de caer sobre ella, te rebotará fácilmente en la nariz y en la boca. Una vez conscientes de sus pros y de sus contras, los orgasmos acuáticos pueden ser dignos de adicción. Si la forma y tamaño de tu cuerpo te lo permite, correr el agua por el clítoris te dará un delicioso placer, y los masajes de ducha son una inmejorable hidroterapia con efectos vibratorios sobre la piel. Tocarte en la bañera puede tener un efecto placentero doble, ya que mientras te masturbas, el agua ejercerá presión por todo tu cuerpo, dejándolo flotante y relajado. Tomar un baño juntas puede ser una experiencia inolvidable siempre que os pongáis de acuerdo sobre dónde colocar piernas y brazos, y la espalda de quién va a dar contra el grifo. Ducharse juntas es más simple y ofrece más libertad de movimiento. Un masaje vertical mezclado con espuma y agua puede convertirse en un estupendo juego preliminar. El agua en su estado más frío también es estimulante. Prueba a mantener un hielo en la boca mientras vas deslizándote hacia sus partes pudendas; si no le pone peros, ¡a lo mejor es que le gusta!

AMOR VS ENAMORARSE

Estar enamorada es ese maravilloso, temprano y loco sentimiento, cuando tú y tu pareja no podéis quitaros las manos de encima, cuando todo parece perfecto. Podríamos decir que contiene nueve partes de química y una de sueños. Es lo más excitante que puedes hacer sin dejar de ser humana. Pero no dura. No puede durar. Si fuera así, las empresas se arruinarían, los gobiernos se colapsarían y las carreteras se quedarían vacías ya que nadie saldría de la cama. Con el tiempo, el enamoramiento tiende a bifurcarse en dos vertientes: en un jardín de amor y variedades, (lo que todavía es un regalo, una bendición y un milagro), o, más probable, puede apagarse y desaparecer como si nunca hubiera existido. Mientras que ese caótico y vital estado se parece más a un volcán en erupción, una relación estable no está exaltada todo el tiempo. Después de vivir la experiencia de enamorarse, el primer momento de calma puede asemejarse a la muerte. Pero nos consolaremos aceptando que las variaciones de intensidad son parte de la vida real. El amor y sus actividades propias también necesitan períodos de descanso. Cuanto más dura un amor, más retos supera: desde las ganas de irse con otra mujer, hasta el verse obligada a despachar a familiares que no entienden tu elección, pasando por tener que convivir con un horario de trabajo distinto, tensiones pre-menstruales, mal humor y falta de deseo sexual, la lista de obstáculos podría ser infinita. Pero lo que sí es cierto es que un amor con una base fuerte puede mantener en pie a dos personas contra viento y marea. ¿Cuáles son entonces los alimentos de los que se nutre el amor? Algunas mencionan la compatibilidad sexual, otras apuntan al sentido del humor y a esa habilidad especial de no dar importancia a qué cosas. Todavía hay personas que defienden que una buena pareja debe simplemente gustarse y disfrutar juntas. Pero la fórmula completa para una relación duradera sería probablemente así: Amor = amistad + sexo + compromiso + compatibilidad + sentido del humor + suerte + apoyo de los amigos/as

ANATOMIA

No es necesario tener un conocimiento detallado de la anatomía femenina para ser una buena amante, pero tampoco está de más saber. (Las ilustraciones que acompañan a esta sección os servirán de referencia). Para empezar, algo de vocabulario. El nombre de los visibles órganos genitales femeninos es un conjunto llamado vulva. La vulva incluye los labios externos y los internos. Hacia la parte superior de la vulva, esto es, hacia el pubis -donde los labios interiores se unen-, tenemos una protuberancia conocida con el nombre de clítoris. Estimular este maravilloso órgano produce un gran placer que suele terminar en orgasmo. Bajando un poco desde el clítoris, nos encontramos con una microscópica hendidura (cerviz) que es la entrada de la uretra o conducto por donde se orina. A continuación aparece la parte exterior de la vagina, y por último el área entre la vagina y el ano, o lo que es lo mismo, el perineo. Si te miras entre las piernas con un espejo, lo primero que verás son los labios exteriores cubiertos de vello. En muchas mujeres, los labios interiores también se pueden reconocer a primera vista. Abre los labios exteriores e interiores y verás el clítoris, la cerviz y la vagina. El color de la vulva puede ser rosado, rojizo, púrpura, marrón o una combinación que le dé un tono indefinido. Kathy recuerda; «una de mis ex-amantes tenía una vagina que parecía una puesta de sol! » Dentro de la vagina, debajo de la uretra y enfrente del útero, está la esponja uretral. En esta esponja se encuentra el punto G, que es a su vez la fuente de eyaculación para aquellas mujeres que eyaculan. También protege a la uretra de ser dañada en caso de que haya una fuerte actividad vaginal. Si te metes los dedos en la vagina, a la altura del bello púbico encontrarás el área de esta esponja. Palpa alrededor y cuando llegues a una zona particularmente sensible, quizá con una textura diferente al resto de la vagina, este es el punto G. Tocarlo puede hacerte sentir ganas de orinar pero también puede darte mucho placer. En ocasiones, y dependiendo del tamaño de tus dedos, manos, y longitud de tu vagina, puede que no localices el punto G. Si es así, pide a tu pareja que te ayude a explorarlo o prueba con un vibrador. Todas las partes de los genitales son más o menos sensibles, dependiendo de los gustos de cada una. Por ejemplo, a algunas lesbianas les encanta que les masturben los labios externos, oral y manualmente, mientras que a otras eso no les dice nada. Experimenta con tu compañera para ver dónde sientes placer, dónde algo espectacular, y por dónde te llega el orgasmo. Los órganos internos pueden ser también zonas de placer sexual. Por ejemplo, a Suzanne le gusta sentir presión en la base del ombligo durante la penetración para así conseguir una especie de masaje en los órganos sexuales. Algunas mujeres detestan que les golpeen la cerviz y el útero durante la penetración mientras que otras adoran esta sensación. Explora estas áreas con cuidado y encontrarás tesoros escondidos de los que podrás hacer uso para tu placer siempre que te apetezca. Es lúdico e informativo examinar los genitales de otras mujeres y compararlos con los propios. Aunque la composición general es la misma, existen variaciones en el tamaño de los labios y del clítoris, en la coloración y cantidad de vello. Este es un buen momento para hablar sobre lo que estimula y da placer y lo que no. La observación mutua también puede ayudarnos a crecer en estrecha confianza con nuestra sexualidad. (Ver Cuerpos, Clítoris, Punto G.)